su medición
1-3
Vano desalentarse.
Como la hierba cortada va a marchitarse,
así cada arrogante de la espada
dentro de poco va a secarse.
Pero para ti, el horizonte es el querido,
eres su confianza,
en él ya toda perspectiva has confiada.
Que tu lealtad sea tu comida.
4-6
Las delicias que pide tu corazón,
ya el querido está cocinándolas.
Como tú las confías, él las promulga,
su mediodía será tu porción.
7-9
Que tu silencio sea su brisa.
Vana tu ira
con cada aparato sin temporada
del arrogante de la espada,
vana como una trampa.
10-13
Para el querido el tiempo es su carcajada,
así que todo horizonte es alegría.
Para el arrogante no habrá nada,
ni horizonte ni ira ni espada.
14-40
¿Dónde está el arrogante?
Puedes buscarlo por toda parte
y aún donde antes pareciera une vaina
solo para esconder su espada.
Pero ya no está, cada uno se ha ido
como la hierba cortada.